lun 3 mayo 2021
La oferta y la demanda que los fundamentalistas neoliberales se empeñan en proyectar sobre el derecho a la vivienda

Con la que está cayendo en el alquiler en Madrid, y en esto no es la peor Comunidad del Estado, 1 de cada 11 viviendas está vacía. Sigue igual a pesar de la alfombra roja que le puso el gobierno de Rajoy a los caseros; a pesar de que compró miles de viviendas de bancos. Son viviendas que no salen a mercado ni con la zanahoria del Partido Popular ni con el palo que se permite desde 2004 (subir el IBI hasta un 50% a la vivienda vacía). Aunque también es verdad que en Madrid el PP se esfuerza mucho por que no se regule qué es una vivienda vacía.

Como el palo y la zanahoria no funcionan o no se usan, como el PSOE se resiste a intervenir y regular los precios del alquiler y todo lo que proponen es más zanahoria para los grandes propietarios, sólo queda hablar hoy de la solución de verdad: la vivienda pública.

El parque de vivienda pública, hay que decirlo más, es el único remedio durable contra la especulación inmobiliaria que lleva años encabritando los precios del alquiler. Así lo han entendido históricamente en la mayoría de países europeos. Francia o el Reino Unido disponen alrededor de un 17% de las viviendas principales totales (ojo, sin contar la casa de vacaciones), Dinamarca o Suecia sobre el 19%, Austria el 24% y los Países Bajos el 30%.

España, que durante décadas ha construído vivienda pública, ha seguido fiel a su lema de ser «un país de propietarios» y ha ido dejando su parque público a merced del mercado libre hasta dejarlo en un escuálido 2,5%, muy lejos de la media europea del 9,3%.
El caso de Madrid, os lo imaginábais, es todavía peor: de cada 100 hogares, 0,78% se establecen una vivienda pública (lejos incluso del ya escuálido 3,37% de Euskadi o del 3,12% de Extremadura).
Parece que la situación no podría ser peor, ¿verdad? Pues no lo digáis muy alto, que el PP ya se lo ha tomado otras veces como un reto vendiendo 6.000 viviendas públicas (con gente dentro) a grandes especuladores y está haciendo todos los malabares posibles para no recuperarla: “Argumentan que sólo tendrían que recuperar la vivienda de la persona que ganó el juicio, pero la sentencia anula el proceso de venta de estas viviendas entero y los tribunales ordinarios están diciendo una y otra vez que tiene que recuperar todas las viviendas”, según la FRAVM.
Y todo mientras España acumula ya 6 condenas de la ONU por no cumplir sus compromisos en materia de vivienda y todas, todas, han sido por casos en la Comunidad de Madrid.

Queremos recordar el 5º porque representa muy bien lo que significa la Comunidad de Madrid en cuanto a derecho a la vivienda: «Una familia con cuatro niños, desahuciada en 2018 y llevados de hostal en hostal lo que provocó que la mujer, embarazada de siete meses, perdiera su bebé.»
La familia terminó alquilando en la Cañada Real, donde han tenido que aguantar todo el invierno sin luz, nevada incluída, sin que la Comunidad moviera un dedo siquiera por restablecer la luz.

Ojalá que tengáis todas un techo más o menos seguro sobre vuestras cabezas y la de los vuestros. Si es así, si tenéis la suerte de que estas situaciones no os pille en primera persona, por lo menos recordad los datos. Y recordadla también en el bar, en el parque y en el curro.

Porque esto es real; y lo tremendo es que tiene remedio y nadie lo pone.



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