Cerráis puertas. Nosotras las abrimos.
El Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de Naciones Unidas (DESC) exhortó a España en 2019 a eliminar las trabas para que las familias que ocupan viviendas puedan legalizar su situación:
[…] Adoptar las medidas necesarias para que todas las personas puedan acceder, en igualdad de condiciones, al parque de vivienda social, removiendo cualquier condición irrazonable que excluya a cualquier persona en riesgo de indigencia. En particular, el Estado debe eliminar la exclusión automática de las listas de solicitantes de vivienda de todas aquellas personas que se encuentren ocupando una vivienda por estado de necesidad, sin título legal […]
Dictamen del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de Naciones Unidas (DESC).
20 de octubre de 2019.
Nuestra legislación EXCLUYE de solicitar vivienda social a quien haya sido desahuciada por impago o haya ocupado. Esto impide que miles de personas puedan dejar de ser okupas.
Ya pero, ¿y tú qué dirías si te tocara a ti? ¿Si fuera en tu bloque, o en tu calle, o en tu rellano, donde han entrado los okupas?
En la PAH solemos escuchar esta pregunta con frecuencia. A pie de calle incluso, mientras paramos un desahucio. O por teléfono, negociando con los interlocutores de los fondos. O nos lo pregunta Ana Rosa todas las mañanas, como a ti. De modo que decidimos hacer nosotras la pregunta.
Paca, 72 años.
Lleva 6 años intentando negociar un alquiler social social con la EMVS (Empresa Municipal de la Vivienda de Madrid).
Mª Luz 56 años, Miguel 58 años
Siguen viviendo en esta casa de un fondo de titulización de Bankia, de donde ya fuera desahuciada anteriormente otra familia.
Por ahora, no hay negociación.
Susi, sigue viviendo en este edificio propiedad de la Sareb.
Las negociaciones para un alquiler social en otra casa están abiertas.
«Ya, pero esto no son okupas-okupas».
Pues no sé, amigas. Podemos ponernos a discutir one more time sobre okupas buenos y okupas malos pero nos da muchísima pereza ya a estas alturas.
¿Qué sabemos de verdad sobre ocupación ilegal?
Existe un censo de viviendas ocupadas ilegalmente: 8.987 según actas del Congreso de los Diputados. 87.000 según el lobby privado Institut Cerdá. Más de cien mil según el señor de Desokupa. Y unos diez millones según Ramiro, jefe de planta en la sección Deportes de esos grandes almacenes. Sólo tienes que buscar en Google “cuántas viviendas okupadas hay en España” para obtener la cifra que más se ajuste a tu punto de vista. Pero ¿qué pasa si haces otra búsqueda diferente en Google? ¿Qué sucede si preguntas “cuántas viviendas vacías hay en España? Tan sólo encontramos un dato: 3,5 millones. Y solo una fecha: 2011.
Desde 2011, no ha vuelto a haber un censo de vivienda vacía en España.
Es más, nunca se ha realizado un censo específico de vivienda vacía en el Estado, más allá de la encuesta de población del INE (la fuente de esos tres millones y medio de los que hablamos en la PAH). Y de esos tres millones y medio, es imposible saber cuántas pertenecen a bancos, entidades financieras o fondos de inversión. Nunca se ha hecho un registro exhaustivo de cuántas viviendas poseen.
En 2015, la PAH y otras entidades sociales que trabajan en vivienda solicitamos por varias vías a las Administraciones Públicas la creación de parques de alquiler social mediante la recompra de esas viviendas. Cinco años después, esa recompra no se ha producido más allá de algunas acciones puntuales, como la del Ayuntamiento de Madrid durante el mandato de Manuela Carmena.
Cesiones primero, y ofertas de compra después, a propietarios particulares de viviendas sin alquilar, que no llegó a 200 adquisiciones.
Menos de 200 pisos. En una ciudad con una lista de espera de 17.000 personas solicitando vivienda social. Lista de espera en la que no están, ni pueden estar, LAS DE LOS VÍDEOS DE ARRIBA, ya que al haber sido ocupantes no pueden solicitar vivienda por los cauces legales. Tampoco las personas desahuciadas por impago.En Catalunya se produjo la mayor cesión de vivienda en manos financieras de toda España. Siempre a través de ONGs y sin titularidad pública, las entidades bancarias han cedido 3.960 viviendas: de estas, 3.910 forman parte de diversos planes de emergencia social. Esto es, son alojamientos temporales. Solamente 50 viviendas han sido destinadas, en cinco años, a alquileres sociales permanentes. Las entidades financieras mantienen todavía en Catalunya 42.760 pisos vacíos.
¿Cómo se arregla este berenjenal?
En la PAH lo tenemos claro: esto solamente se arregla con la Ley de Vivienda. Lo llevamos diciendo desde 2015. Lo hemos llevado a parlamentos autonómicos y al Congreso. Hemos llevado a sus puertas varias ILP, tantas como han sido vetadas por Ciudadanos de un mínimo debate parlamentario, en Madrid y en el Congreso de los Diputados.
Y aquí estamos de nuevo, gobierne quien gobierne.
¿Y esto a mí en qué me afecta?
La falta de una ley que garantice el derecho básico a una vivienda afecta tanto a las vecinas organizadas en la PAH como a ti, que pagas un alquiler de mercado. O a ti, que alquilas el piso de la abuela. O a ti, que hace años que pagaste tu hipoteca y estás viendo cerrar los negocios de tu calle con la pandemia. O a tu comunidad de vecinos, con tres pisos vacíos con una deuda que el fondo propietario pasa de pagaros.
La falta de viviendas asequibles supone la muerte lenta de cualquier barrio. En la PAH lo comprobamos a diario: somos testigos del mecanismo que primero vacía las calles de sus vecinos antiguos, impide el acceso a nuevas familias a alquileres razonables. Con la desaparición de los inquilinos desaparecen también los comercios. Cuando el proceso de empobrecimiento llega hasta el fondo, el barrio se compra y se prepara para ser vendido a inversores.
Podemos discutir una vez más si ocupamos por necesidad, por convicciones, por hobby, por molestar, por destruir España o porque queremos salir en Ana Rosa. Pero solo se ocupa por un motivo: se ocupa porque existen millones de viviendas vacías. Más, muchas más casas sin gente que los miles de gentes sin casa. Esas mismas que, cuando se cierran las puertas, se organizan para abrirlas.