lun 23 marzo 2020
#CuarentenaSinComida

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La enorme crisis global que ha estallado en forma de pandemia no distingue entre banderas, ideologías ni territorios. Nuestro gobierno no deja de repetirlo, pero lo cierto es que las consecuencias de la crisis no son iguales para todas las familias. La capacidad de protegernos y sobreponernos en estas circunstancias depende directamente de nuestra posición social. Mientras leemos artículos sobre de qué galletas se atiborran los famosos, mucha gente desespera viendo como se vacía su nevera. No paramos de escuchar la prioridad del gobierno en atender a los más vulnerables. Nosotras preguntamos concretamente: ¿a quién?, ¿cómo? y, sobre todo, ¿para cuándo?

Los colectivos sociales nos erigimos como expertos en la materia y exigimos que las ayudas tienen que ser directas y tienen que ser ya.

¿A quiénes? A quienes tienen ya la nevera vacía.
Las medidas deben ser de amplia cobertura. No solo quienes son despedidos, los autónomos o los parados tienen necesidades.
No podemos obviar el enorme porcentaje que vive en los márgenes de la sociedad, que sobrevive haciendo trabajillos, cuidando niños, planchando… todo ello sin contrato o con uno tan ridículo que ni de lejos refleja las horas trabajadas. Los becarios, las personas que están a la espera de la aprobación de sus prestaciones, de quienes tienen negocios familiares, los vendedores ambulantes; en una palabra: quienes tienen la nevera vacía.

¿Cómo? Menú saludabale o en su defecto apoyo económico directo.
Las personas dependientes o mayores requerirán un menú elaborado a domicilio y los proveedores de estos servicios tienen un límite de producción, siendo lógica la busqueda de alguna alternativa, pero ¿por qué darle a nuestras niñas pizza cuando por el importe de este menú podemos adquirir productos saludables y frescos, como el resto de las familias? Tiremos de lo ya inventado, por ejemplo cartillas para canjear en el supermercado.

¿Para cuándo? Para ya.
Mucho se habla en redes de que «no podemos pagar la coronacrisis los mismos que pagamos la del 2008» pero siendo realistas debemos continuar la frase con «y mucho menos quienes aún no la hemos terminado de pagar». Durante una década hemos sido víctimas de una estrategia de autoengaño un falso optimismo cruel que a muchos les ha impedido ver el deterioro de la vida que nos ha dejado la crisis: trabajadores pobres, hogares sin ingresos, falsos autónomos, empleos uberizados, etc
Todos sabemos quiénes estamos en primera línea de fuego. Es urgente y sencillo de solucionar.
Los pañales, la leche, la fruta… ¡¡No pueden espera!! ¡¡Ni tres meses, ni tres días!!

Ayuda alimentaria para los más pequeños durante el periodo de confinamiento en la Comunidad de Madrid.

«Judías pintas» para niñas y niños sin recursos entregadas por el ayuntamiento de Arganda.